lunes, 7 de febrero de 2011
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martes, 1 de febrero de 2011
PRESENTACIONES
La obra del segundo puente de Cádiz avanza a buen ritmo, pero su estreno se ha fijado finalmente para octubre de 2012. No se puede correr más.
Los temporales de lluvia que azotaron a la Bahía a primeros de 2010 y el parón de cuatro meses que sufrió la obra el pasado verano, como consecuencia del ajuste presupuestario, han dado al traste con los planes iniciales de abrir el puente el 19 de marzo. La intención no era otra que inaugurarlo el mismo día en que se conmemoraba el Bicentenario, pero se ha optado por la segunda fecha que se manejaba, 12 de octubre, que coincide además con la celebración en Cádiz de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.
Pese a todo, este escenario puede verse también alterado por las condiciones climáticas futuras. El empujón definitivo a la obra se le dará el próximo verano.
Los ingenieros responsables del proyecto han reajustado el calendario de trabajo para cumplir con seguridad el plazo marcado de octubre de 2012. Se ha realizado una visita a la obra y ha podido comprobar como los tajos se encuentran a pleno rendimiento y en tres turnos de trabajo. El proyecto se encuentra al 70% de su ejecución. Así, unos 240 obreros se reparten a lo largo de los cinco kilómetros de trazado que ocupa el nuevo puente, desde el nudo de Río San Pedro hasta el estribo de la orilla de Cádiz.
La obra acaba de abordar otra de sus fases más complejas, donde la ingeniería juega un papel clave para seguir con el montaje de la estructura. Los esfuerzos se centran en estos momentos en la culminación de las dos pilas centrales, la número doce, en mitad de la Bahía, y la trece, que se levanta en la orilla de La Cabezuela. Esta última enfila su recta final hacia los 180 metros de altura, mientras que la columna que está en el agua ha superado la mitad de su recorrido y ya cuenta con la traviesa para ajustar el tablero. Este periódico ha podido ver la ciudad de Cádiz desde 140 metros de altura, el punto más alto de construcción en el que se encuentra ahora el puente. Supera, por tanto, al pirulí de Telefónica, a las grúas pórtico de astilleros y a las torres de electricidad de Sevillana-Endesa.
Tanto el director de la obra, Marcos Martín, como el ingeniero Julio Cayetano, coinciden en señalar que la obra se encuentra en una de las fases más delicadas. A partir del próximo mayo comenzará la instalación de los 540 metros de tramo atirantado entre una y otra pila. Para ello, un equipo de ingenieros, incluido el propio , traautor del proyecto, Javier Manterolabaja en el proceso técnico para elevar la plataforma por donde pasará el tráfico a 72 metros de altura. No hay que olvidar que ambas pilas constituyen la columna vertebral del puente y de ellas partirán los 176 tirantes que aguantarán el tablero central. La instalación de la plataforma por donde pasará la circulación resulta más compleja si cabe porque se desarrollará en mitad del agua. Se llevará a cabo por secciones. Dos grúas, que vendrán de Holanda, se colocarán a cada lado de las pila y subirán tramos de 20 metros de tablero, que se irán ensamblando al mismo tiempo que se vayan ajustando los tirantes.
Esta operación durará al menos nueve meses. La empresa francesa Freyssenet se ha encargado de la elaboración de los tensores o tirantes que aguantarán unas 2.300 toneladas de la estructura. Esta empresa transportará los cables hasta Cádiz por carretera en bovinas.
El segundo frente de acción se desarrolla con intensidad en la orilla de Cádiz, frente a la glorieta de El Corte Inglés. En el estribo se lleva a cabo la soldadura del tablero que se instalará entre la pila uno y la nueve. Una brigada de operarios trabaja a toda máquina en el ensamblaje de los cajones metálicos que conforman la estructura. Se trata de otros 575 metros de plataforma que se colocarán por secciones a razón de seis tramos de 75 metros y uno de 125 metros. Esta actuación estaba prevista para junio de 2010 y su culminación, para la primavera de este año. Sin embargo, el parón que sufrió la obra el pasado junio ha retrasado el inicio de la operación. El nuevo calendario de trabajo recoge la instalación del tablero a partir del mes que viene. Se llevará a cabo por la técnica de empuje, es decir, dos gatos hidráulicos, ayudados por las grúas instaladas en la orilla de Cádiz, se encargarán de desplazar hasta su ubicación entre las pilas los siete tramos del tablero. Este proceso durará, al menos, doce meses. Cabe recordar que las secciones se montan 'in situ'.
Financiación garantizada
La obra del puente supera los 310 millones de euros, pero Fomento ha garantizado sin fisuras la inversión. El ministro, José Blanco, visitó Cádiz a mediados de agosto y comprometió entonces el dinero para que la obra culminara en 2012, aunque no adelantó la fecha de terminación. Una vez despejada la incógnita del ajuste presupuestario en la obra pública y comprobado que el puente se ha salvado de los recortes, igual que la línea de alta veloicidad Sevilla-Cádiz, la obra retomó el pulso en octubre, con casi cuatro meses de parón. El proyecto cuenta con 40 millones de euros para este año y otros tantos para la siguiente anualidad.
Por lo que respecta al tranvía, el Ministerio de Fomento tiene previsto entregar el nuevo puente con la plataforma habilitada para la instalación del tren. Se trata de una reserva de carril de ocho metros, en el lado derecho del puente en dirección a Cádiz. Todo el tablero ha sido reforzado para aguantar el paso de un metro-tren. Igualmente lleva un arcén de separación de los carriles para el tráfico rodado.
La obra del segundo puente encara su recta final hacia 2012 y la imagen de la obra cambiará a partir del próximo mayo con la instalación de los primeros tramos del tablero.
Los ingenieros responsables del proyecto han reajustado el calendario de trabajo para cumplir con seguridad el plazo marcado de octubre de 2012. Se ha realizado una visita a la obra y ha podido comprobar como los tajos se encuentran a pleno rendimiento y en tres turnos de trabajo. El proyecto se encuentra al 70% de su ejecución. Así, unos 240 obreros se reparten a lo largo de los cinco kilómetros de trazado que ocupa el nuevo puente, desde el nudo de Río San Pedro hasta el estribo de la orilla de Cádiz.
La obra acaba de abordar otra de sus fases más complejas, donde la ingeniería juega un papel clave para seguir con el montaje de la estructura. Los esfuerzos se centran en estos momentos en la culminación de las dos pilas centrales, la número doce, en mitad de la Bahía, y la trece, que se levanta en la orilla de La Cabezuela. Esta última enfila su recta final hacia los 180 metros de altura, mientras que la columna que está en el agua ha superado la mitad de su recorrido y ya cuenta con la traviesa para ajustar el tablero. Este periódico ha podido ver la ciudad de Cádiz desde 140 metros de altura, el punto más alto de construcción en el que se encuentra ahora el puente. Supera, por tanto, al pirulí de Telefónica, a las grúas pórtico de astilleros y a las torres de electricidad de Sevillana-Endesa.
Tanto el director de la obra, Marcos Martín, como el ingeniero Julio Cayetano, coinciden en señalar que la obra se encuentra en una de las fases más delicadas. A partir del próximo mayo comenzará la instalación de los 540 metros de tramo atirantado entre una y otra pila. Para ello, un equipo de ingenieros, incluido el propio , traautor del proyecto, Javier Manterolabaja en el proceso técnico para elevar la plataforma por donde pasará el tráfico a 72 metros de altura. No hay que olvidar que ambas pilas constituyen la columna vertebral del puente y de ellas partirán los 176 tirantes que aguantarán el tablero central. La instalación de la plataforma por donde pasará la circulación resulta más compleja si cabe porque se desarrollará en mitad del agua. Se llevará a cabo por secciones. Dos grúas, que vendrán de Holanda, se colocarán a cada lado de las pila y subirán tramos de 20 metros de tablero, que se irán ensamblando al mismo tiempo que se vayan ajustando los tirantes.
Esta operación durará al menos nueve meses. La empresa francesa Freyssenet se ha encargado de la elaboración de los tensores o tirantes que aguantarán unas 2.300 toneladas de la estructura. Esta empresa transportará los cables hasta Cádiz por carretera en bovinas.
El segundo frente de acción se desarrolla con intensidad en la orilla de Cádiz, frente a la glorieta de El Corte Inglés. En el estribo se lleva a cabo la soldadura del tablero que se instalará entre la pila uno y la nueve. Una brigada de operarios trabaja a toda máquina en el ensamblaje de los cajones metálicos que conforman la estructura. Se trata de otros 575 metros de plataforma que se colocarán por secciones a razón de seis tramos de 75 metros y uno de 125 metros. Esta actuación estaba prevista para junio de 2010 y su culminación, para la primavera de este año. Sin embargo, el parón que sufrió la obra el pasado junio ha retrasado el inicio de la operación. El nuevo calendario de trabajo recoge la instalación del tablero a partir del mes que viene. Se llevará a cabo por la técnica de empuje, es decir, dos gatos hidráulicos, ayudados por las grúas instaladas en la orilla de Cádiz, se encargarán de desplazar hasta su ubicación entre las pilas los siete tramos del tablero. Este proceso durará, al menos, doce meses. Cabe recordar que las secciones se montan 'in situ'.
Financiación garantizada
La obra del puente supera los 310 millones de euros, pero Fomento ha garantizado sin fisuras la inversión. El ministro, José Blanco, visitó Cádiz a mediados de agosto y comprometió entonces el dinero para que la obra culminara en 2012, aunque no adelantó la fecha de terminación. Una vez despejada la incógnita del ajuste presupuestario en la obra pública y comprobado que el puente se ha salvado de los recortes, igual que la línea de alta veloicidad Sevilla-Cádiz, la obra retomó el pulso en octubre, con casi cuatro meses de parón. El proyecto cuenta con 40 millones de euros para este año y otros tantos para la siguiente anualidad.
Por lo que respecta al tranvía, el Ministerio de Fomento tiene previsto entregar el nuevo puente con la plataforma habilitada para la instalación del tren. Se trata de una reserva de carril de ocho metros, en el lado derecho del puente en dirección a Cádiz. Todo el tablero ha sido reforzado para aguantar el paso de un metro-tren. Igualmente lleva un arcén de separación de los carriles para el tráfico rodado.
La obra del segundo puente encara su recta final hacia 2012 y la imagen de la obra cambiará a partir del próximo mayo con la instalación de los primeros tramos del tablero.
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